domingo, mayo 24, 2009

A PAMPLONA HEMOS DE IR


Lo prometido es deuda: mucho anunciar que si fui a una fiesta popular ancestral y luego poco postearla. Pues aquí está: es la Festa dei Ceri de Gubbio, una especie de sanfermines sin toros en los que los mozos y mozas llevan al santo en procesión pero a toda leche, como si les persiguieran las vaquillas.
Es decir, así como la neztarina es mezcla entre ciruela y melocotón, la fiesta de los Ceri es un injerto entre los sanfermines y la Semana Santa ibérica de toda la vida. Pero me río yo de los costaleros gubbienses, que llevan un santico de chichinabo (del tamaño de una Nancy de Famosa, más o menos) y alardean del esfuerzo que les cuesta cargarlo.

La gente de pasaporte ibérico que acude el 15 de mayo a la famosa fiesta no da crédito cromático a lo que allí sucede: como hay 3 santos, cada ciudadano elige cuál le mola y se viste de los colores de su equipo (San Ubaldo, San Giorgio y San Antonio). La casualidad hace que los de San Ubaldo (¿o era San Giorgio? me lío) vayan de rojigualda, mientras que los del otro vayan como de falangistas. Esto da mucho yuyu a Spain porque le trae recuerdos ancestrales de su pasado feo y reciente.

Después están los sanantonistas, que pasean a su santo con camisas negras y pañoletas rojas, lo que les da un aire como anarquista así más exciting. Y, por último, los muchachos y muchachas de la banda de música, que van vestidos integramente de pamplonicas, de blanco inmaculado con pañoleta y boina roja.
Como Gachas acudió a la ancestral fiesta acompañada de personas americanas, al preguntarle esta sobre sus impresiones de la fiesta, uno de ellos, con la cultura pop de su país muy arraigada en sus entrañas, le contó a Gachas que había visto la procesión, que había entrado en la iglesia, y que había disfrutado mucho "de la banda de música que tocaba piezas del movie El padrino". Gachas, por pura pereza, no le hizo ver al buen señor que Ford Coppola no era el creador de las tradiciones italianas ancestrales sino que estas eran quizá pelín anteriores a la filmación de la película. Pero gusta Gachas de comprobar el jaleíto que tiene a veces América relacionado con si va antes el huevo o la gallina, es decir, las pinículas de América o lo que América refleja en ellas.


2 comentarios:

Quieta, Leona dijo...

ains, voy a ver si me seco las lágrimas de risa que se me han escapado y puedo seguir leyendo!

Ander dijo...

"...así como la neztarina es mezcla entre ciruela y melocotón". Me encanta.

Me ha hecho pensar en Ciruelos de Cervera, pueblo de la provincia de Burgos al que fueron unos amigos míos la pasada Semana Santa y en el que vieron una procesión con un Cristo cubierto de rosquillas, que al final de todo, rifaban en la iglesia.