domingo, julio 27, 2008

El no-día de Gachas



El gobierno español ha enviado a Gachas en misión cultural especial a rular por Argentina y Chile este verano de aquí/invierno de allí. Gachas se las prometía muy felices llenando ayer por la mañana su maletita de jerseys que pican y de leotardos, pensando que hoy domingo a las 6 am hora argentina estaría en Buenos Aires, Aerolíneas Argentinas mediante.

Ilusa Gachas: el vuelo se postpuso para esta tarde, y probablemente salga más bien de madrugada, según tímidamente informan los teleoperatas porteños que la atienden desde el call-center aeroliniano (me confirman que a las 23.55, sniff). Pero Gachas no quiere entrar en lo indignante y tanático que resultó todo ayer y que sigue resultando hoy: hordas de personas esperando, escasa o nula información etc. Ayer Gachas, haciendo su hermosa cola de tres horacas para facturar en Barajas unas maletas que irán dentro de un vuelo que aún no ha salido (eso sí que es "early check-in"), pensaba que, por primera vez, se sentía participante de esos telediarios veraniegos donde aparece gente en terminales variadas de aeropuertos con el cutis cetrino y aquejado de deshidratación a punto de darle una guantá al personal de tierra de la compañía aérea que les quita impunemente días de jolideis. Sí, Gachas ha estado casi 3 horas rodeada de esas personas, en su mayoría argentinas; Gachas ha oido por doquier "puta que lo parió" y "la concha de su madre" como modalidad de queja oral, y bastantes "no hay derecho", "esto es una vergüenza", proferidos por compatriotas gachescos.

La opción era "reubicar" a los pasajeros en un hotel de esos finos pero en medio de la nada, casi moteles, donde suelen pernoctar los que ponen stands en la Feria Internacional de la Bisutería de IFEMA. Gachas, que es gafapasta, ha leído no pocos escritos de arquitectos y urbanistas contemporáneos que hablan de este tipo de no-lugares del mundo de hoy, tanto aeropuertos como hoteles periféricos, autopistas o superficies comerciales anodinas. Como a Gachas le daba un tánatos soberano estarse ahí encerrada hasta hoy por la tarde, ha optado por venirse al sí-lugar por antonomasia: su casita gachesca, pero ha pagado un alto precio por ello: al no estar con el rebaño de pasajeros y necesitar comprobar cíclicamente información sobre la hora verdadera de salida del vuelo, su día ha quedado convertido en un no-día que ha incluido levantarse a las 5. am, estar hora y media al teléfono por ver si Aerolíneas o AENA sabían decirle algo, una excursioncita a Barajas por si acaso y una comida compuesta por espinacas congeladas y posteriormente hervidas, que era lo único que Gachas tenía en el frigorífico para echarse a la boca.
Si algún día el vuelo sale, Gachas hará su bonita crónica conosureña desde este su blog, que es también el blog de ustedes.

viernes, julio 25, 2008

Gachas y la monitora

Gachas, que está en sus late thirties, ha empezado, como tantas mujercillas en sus late thirties, a ir a Pilates. Inmediatamente ha quedado abducida por la gran profesionalidad de la monitora y se ha apuntado ya para septiembre con la misma (eh, a no pensar que Gachas entiende y tal: que no pasaría nada, en el clima de tolerancia en que vivimos, pero que no es el caso).

La monitora tiene voz de monitora, ademanes de monitora y vocabulario de monitora. Emplea giros con el verbo en primera de plural y quitando el artículo cuando se refiere a partes del cuerpo: "flexionamos rodillas" o "contraemos glúteos". Esa primera de plural hace que las alugnas se sientan como que pertenecen a algo, como cercanas y similares a la cachas monitora, a la sazón bronceadita pero no a una intensidad ordinaria y chusca.
Gachas ha aprendido que la especie de camilla con adminículos extraños (muelles, agarrador como de trapecio circense, etc) se llama "el reformer", y contiene elementos como los manerales, el cajón, la plataforma y muchos otros. Además y por primera vez en su vida, Gachas ha interactuado con un balón gigante como los de Nivea que tiraban los aviones en Playa San Juan-Alicante, pero más clarito de color y más boing-boing. Gachas se sintió , aunque sólo por unos instantes, como el simpático animalillo que se sube encima, hace equilibrios y su domador le tira unos pejcaditos crudos cuando lo hace bien.
La modalidad de Pilates que hace Gachas se llama "pilates máquina con cardio". La sección cardio implica subirse a una zona del jinasio donde hay bicis, máquinas como de esquí, steps y cosas así. Allí pasan las alumnas unos 20 minutos sudando como gallináceas hasta que la majérrima y paciente monitora les dice que estiren cuádriceps, que suban la espalda formando un arco y que cada una a su casa, y así prosigue su vida hora tras hora (la de la monitora, no la de Gachas, que sólo va 2 días por semana).

Gachas se juega su cuello gachesco de 7 vértebras ("relajamos cuello") a que más de una persona con chalés espacioso se ha comprado la maquinota esa por Navidad, como quien se compró la ciclostatic en su día, y la ha usado una media de 2 veces por cuatrimestre, aunque asegure que la encuentra utilísima y aún no le haya dado por pensar que en qué mala hora se compró ese cacharro, que parece primo hermano de la licuadora moulinex y de la yogurtera braun en lo que se refiere a utilidad.

miércoles, julio 09, 2008

GACHAS CON FLUVI



Amiguitos, por si no lo saben, Gachas lleva luchando para que no se despilfarre agua desde que estaba en primero de carrera, hace unos dieciocho añazos. Esta anézdota ya la ha contado en el blog, pero vuelve a hacerlo para entroncarla con una reciente: resulta que el Canal de Isa the Second ya en aquel momento estaba preocupado por el tema sequía; el ABC ya sacaba sus portadas de suelos yermos y agrietados con calaveras de vaca sobre ellos... en fin, que aunque no había Expo de Zaragoza, la angustia ya se cernía sobre nosotros.

Dicho Canal instaba a los madrileños a llamar por teléfono a sus oficinas para denunciar cualquier fuga o despilfarro de agua en la vía pública (no valía por aquel entonces llamarlos porque la vecina Mari Luz dejara corriendo el grifo mucho rato, por ejemplo). Gachas, que hace todo de modo compulsivo si nadie se lo impide (sí, todo, todo), llamaba cada dos por tres desde las cabinas de telefónica (recuerden: el móvil era un objeto infrecuente) en las que se quedaban atascados los duros de Franco y las de veinticinco día sí día también para avisar de cosas tipo: "oiga, Canal, que en la esquina de las calles Guzmán el Bueno y Andrés Mellado (¿son perpendiculares?) hay una boca de riego que no hace más que soltar agua".
Por esta acción, Gachas lo más que recibió fue una serie de cartas agradeciéndole su alto nivel de ciudadanía, nada de una cantimplora de regalo o similar, con la ilusión que le hubiese hecho.

A lo que vamos: Gachas no ejcarmienta y sigue, hoy más que nunca, con su preocupación por la falta de agua y con su compulsión hacia la protesta y la denuncia. Esto le ha llevado a escribir al mismísimo Ayuntamiento de Lanjarón, provincia de Granada, donde además de producir agua embotellada, despilfarran litros y litros de la misma en las fiestas patronales sin que nadie haga nada al respecto (aquí la lógica ibérica seguro que impera: "vale, hay que ahorrar agua, pero esta agua de las fiestas es de nuestro pueblo y hacemos con ella lo que nos da la gana" o similar). Gachas siente que esos SEIS MILLONES de litros de agua tirada así a lo tonto son como las cabras que antaño se arrojaban desde los campanarios.
En cualquier caso, Gachas ha recibido la respuesta de uno de los trabajadores del ayuntamiento (o de la web del ayuntamiento), y aquí abajo la pega y ya se va a dormir dicho esto, porque más no puede hacer (lo que querría de verdad hacer la llevaría directa al talego, básicamente):

Ésa es una preocupación permanente de muchas personas. Pero creo que no es problema, ya que el agua se toma de las acequias que pasan por encima del pueblo y acaba volviendo a las mismas acequias pero por debajo del pueblo (el agua se va por los sumideros de las calles). La única agua que se desperdicia será la equivalente a regar la calle, como se hace periódicamente en muchos sitios. Yo no soy fanático de esa fiesta (hace más de 10 años que no salgo), pero sinceramente creo que no hay tal derroche de agua como muchos dicen. El agua que no se gasta de esa forma acaba en dos sitios: en las mismas acequias o en las botellas de Aguas de Lanjaron (propiedad de Fonvella), así es que personalmente prefiero que vaya a las acequias. No sé si aporto algo a lo que comentas.

(Señor de la web de Lanjarón dixit)

sábado, julio 05, 2008

Gachas fuera de la ley


Tres años, tres, llevaba Gachas de retraso en el cambio reglamentario de la goma de su cocina de gas. Recibía constantes cartas de Gas Natural afeándole su conduzta y cosas así, hasta que en este tonto mes de julio decidió ponerse manos a la obra y llamar a un Monsieur Fontanero o similar: un operario de la tienda de saneamientos cercana al domicilio gachesco. Hoy vino el susodicho con su tradicional actitud fontaneril: ponía pegas a todo, hacía ver que la operación de cambio de goma podría ser tan compleja y larga como un trasplante de hígado, agitaba la mano de arriba a abajo mientras emitia un "fiuii" que indicaba lo complicado del asunto y demás lindezas. Imagínense un cirujano que hiciese lo propio delante del paciente: asustaditos los tendría a todos.

Pero como Gachas se conoce a los fontaneros y a los fumigadores-que-echan-produzto como si los hubiera parido, sabía que tanto aspaviento no implicaba verdaderas complicaciones y que en menos de 20 minutos la goma estaría cambiada. Y eso que el hombre tuvo que soldar para meter la tetina y unir el machón (??????) y todo.

El comienzo de la tarea del buen señor coincidió con el de una melodía tipo OT. Gachas quiso creer que era el móvil del fontanata, pero al prolongarse en exceso la canción tuvo que ir asumiendo lo peor: Mr. Plumber se había traído el transistor para amenizar sus tareas, y por ende Gachas tuvo banda sonora de Kiss FM durante el rato que duró la soldadura. Allí tan a gusto estuvieron los dos por la mañana, Mr. Plumber soldando, quitando tetinas y machones y Gachas, en la habitación contigua, dándole al procesador de textos con musiquita alegre y democrática de fondo.