lunes, junio 30, 2008

De lo pastoso en todas sus variantes

No sé si a ustedes les pasa pero Gachas acaba combinando siempre tecnología + inframundo pastoso lo quiera o no. Es decir: está Gachas escaneando una hoja a la que a mano le añade un comentario y se da cuenta de que dicho comentario está tójcamente manuscrito y hay que pasarlo a limpio. Momento EGB: abre Gachas el cajón donde tiene los productos añejos de papelería y elige la cinta borradora Pritt (sí hombre, la que lleva como un sistema que parece un cinexín para ir tirando de cinta). En teoría dicha cinta blanca funcionaba como un TippEx más sofisticado: se evitaban de este modo los grumos y el documento corregido no parecía pintado con gotelé. A raíz de eso Gachas ha aprendido hoy que ese tipo de producto también es perecedero: aquello está amojamao como él solo y no pinta ni borra ni nada similar.
Gachas ha probado después con el TippEx de toda la vida y, en efecto, se ha producido lo del gotelé que citaba más arriba. Como buenamente ha podido, Gachas se ha abierto camino con la punta de su boli entre la masa blanquecina para escribir las cuatro palabricas que quería y punto.

viernes, junio 20, 2008

Gachas y las aguas divertidas


Amics y amigues: que sí, que ya le vale a Gachas, mes y pico sin postear, pero todo tiene una explicación. En este caso la explicación es que Gachas estuvo, tras su retiro rural gringo, unos díitas en Nuevallorca, como era predecible, y no sé a ustedes, pero a Gachas le parece insufrible la típica crónica de madrileña/o en Nuevallorca, que parece siempre que son los únicos que han hecho las américas y tratan al personal con una sobradez que dan asquete.
Para no caer en eso, Gachas se mordió la lengua y se abstuvo de comentarles aquí lo que vio y dejó de ver, por el bien de todos y de ella misma. Pero Gachas vuelve por enésima vez y esta vez con un tema de interés general: las aguas saborizadas, en concreto las nuevas Font Vella.

Va Gachas, hace la compra tocha por internet (la típica que incluye 16 rollos de papel higiénico en envase con asa) y el supermercao la premia (o la castiga, según se mire), con 3 Font Vellas de litroymedio saborizadas.
Gachas abrió la de té verde con grandes esperanzas, tal que haría Dickens en su tiempo. Una vez más, la decepción fue más que absoluta (atención, gente de ciencia, ¿es posible algo superior al absoluto?). Fatalérrima el agua sabor té verde porque, básicamente, NO SABE a té verde sino a ambientador de manzana. ¿Por qué lo llaman té verde cuando quieren decir ambi pur de manzana? ¿Y por qué la hacen con el tapón verde y todo, que parece más bien una botella de fregasuelos? (así lee siempre Gachas que se escribe el nombre de ese producto, ergo así lo escribe ella). Gachas lleva una semana tratando de acabarse el líquido verde sin sentir, tratando de no sacarle el parecido con un burman flash líquido (nacidos más allá del 80 y antes del 60, ¿conocen ese producto?).

La otra agua (así se dice, no "el otro agua";de veras: hagan caso a Gachas) que probó Gachas era la de melocotón con naranja y, una vez más, el alma gachuna se le cayó a los pies: sabe a aspirina infantil disuelta en agua, ni más ni menos. No hay duda posible: pruébenla ustedes y me dirán si no les recuerda a sus tiempos de dolores de muelas y catarros infantiles.

A Gachas le quedan aún 2 aguas saborizadas sin abrir (eh, que las cuentas le salen: le regalaron 3 pero la de melocotón y naranja la probó en otro lugar, en casa de amiguitos, y no entra en el pack promoción). Las que faltan son Roiboos con no sé qué y limón. Gachas ya visualiza papilarmente la analogía: la de limón será de nuevo un burman flash o una gominola de las que no llevan granos de azúcar por encima, y la de roiboos sabrá a frambuesa o a mora, porque los señores Fontvellos temen mucho cualquier sabor inusual: parecen arriesgados con su té verde y su roiboos pero en realidad es sólo de boquilla y el aroma artificial es el mismo del frigo dedo y del calippo. No somos ná.

Y Gachas se pregunta: ¿cuál es el problema del sabor del agua sin saborizar? ¿De dónde viene ese horror vacui gustativo repentino ante la humilde agua, que toda la vida ha cumplido con gusto su función de saciar la sed y nadie se ha quejado de ella nunca? Se abre aquí un espacio para la reflexión.