jueves, enero 26, 2006

Gachas vuelve a volver

Qué vergüenza, así cómo va a mantener Gachas la llamita bloguera encendida, con esta inconstancia y esta desidia. Dejé de postear el día del Requiem de Mozart y ayer ya estaban dando con El País la obra para flauta. No sé si eso les da idea del tiempo transcurrido, no sé si los coleccionables de los periódicos son una manera de calcular la ausencia. Gachas cree que sí. Gachas está mazo poética en su segunda vuelta.

A lo que vamos: el tema de este post es, una vez más, la tecnología, y en concreto, la actitud de la peña ante la tecnología. Gachas detesta al pavo de turno (también se da chez les femmes, pero es más frecuente que sean jjombres los que incurren en la fea actitud que sigue) que te hace ver lo atrasada/o tecnológicamente que estás y se te ríe en las narices. Hace unos 5 años, cuando Gachas tenía conexión corriente y moliente a internet (o hablaba por teléfono o navegaba, ambas cosas no podían ser), un pavo yanqui le hizo ver a Gachas que "you are in the stone age" porque él tenía ya su router y su wifi instalados en casa y (palabras textuales aunque traducidas) podía dar la orden de imprimir desde la cama. A día de hoy Gachas, que tiene ADSL pero no wifi, sigue sin poder imprimir desde la cama y a menudo se pregunta si eso supondría una gran ventaja o no, ya que, en cualquier caso tendría que ir a recoger las hojas a la habitación donde está la impresora y por ende, levantarse de la confortable cama.

Pero lo peor de todo esto es que la propia Gachas, que desde que tiene reproductor de MP3 está que no caga, el domingo pasado le hizo burla en las narices a su amigo y también bloguero DjFlow al ver que éste llevaba un discman por la calle, ¡un rancio y circular discman! Gachas se siente ejemplo de una fábula de Samaniego postmoderna, aunque la historia sólo funcionaría como fábula si fuese al reves cronológicamente: primero ella se burla recurrentemente de los que usan Discman o video en vez de DVD etc. para después sufrir en sus carnes la burla del yanqui que se carcajea de ella porque no puede dar la orden de imprimir desde debajo del edredón; un poco tipo "Arrieritos somos" o "Ríe mejor quien ríe el último".

lunes, enero 09, 2006

El pueblo pide

Gachas, que es un poco rancia y por ende gusta de la música anterior al XX, hoy tenía intención de adquirir el Requiem de Mozart que venía con El País. En cuatro sitios ha preguntado: en 2 kiojkos de la Puerta del Sol, en la FNAC y el Cortinglés. Agotado el Requiem en todas partes.

Gachas se congratula de este interés repentino por la música sacra que le ha entrado a sus concitoyens. Le jode que no haya quedado un requiemcillo para ella en ningún sitio (vale, ya era por la tarde, pero no tan tarde: las 8) pero aún así está contenta. De hecho, desde su ventana le parece oir el rumor de los miles de réquiemes que se han vendido hoy en Madrid, todos sonando en los hi-fi sets de la peña. Hoy, en vez de Buenafuente (¿ponen hoy Buenafuente? Gachas es de esas que no ven la tele y lo tienen a gala, pero luego bien que quieren estar al día en cultura popular). Ay, que me distraigo: que digo que hoy, en vez de Goodfountain, la peña estará oyendo su buen Confutatis y su Rex Tremendae y se les olvidará enchufar el programa. ¿Se notará en los índices de audiencia y sabrán los estudiosos de la comunicación achacarlo al furor requiemista?
Formatos en desuso

Ayer, en el barrio de Gachas, el Ayuntamiento emprendió la tradicional recogida postnavideña de cachivaches y objetos inservibles (bueno, el Ayuntamiento y los espabilaos que pasaran por allí antes: mis vecinos tiraron una flamante ventana nueva que-tú-bordaste-en-rojo-ayer con cristales Climalit que a ellos no les servía). Gachas sólo tiró el pie metálico de un foco ikéico que ya había fallecido hacía tiempo y un flexo para atornillar en la mesa de trabajo que se vencía por el peso y al que le faltaba la pinza o la palomilla o lo que fuera que lo sujetaba a la mesa y que, por tanto, lo convertía en no apto para su función.

Gachas también vio por ahí el otro día un video VHS (el aparato, no una cinta) él solito ahí tirado, en un contenedor, y más de un pantallón tocho de ordenador color pera pelada se ha encontrado en plena calle, como probablemente les haya pasado a ustedes. Todo esto le da a Gachas mucho que pensar. Bueno, a Gachas y a tropecientos más que en La Casa Encendida montan jornadas de desarrollo sostenible, de reciclado de basurismo; coloquios para pensar sobre lo fistros que somos, tirando todo el día guarrerías que no sabemos dónde meter etc.

Gachas se acordaba, al hilo de todo esto, de los viejos sistemas de video. La familia de Gachas era de los que tenían Betamax "porque es un sistema mejor". Ay, incautos: al final perdimos la batalla y tuvimos que comprarnos el uve (se llegó a llamar así, sin la necesidad de la hache ni la ese, ¿verdad?). Pero lo que más risa le daba a Gachas era recordar la cara que se les debió de poner a los pringadetes que adquirieron Video 2000. A esos sí que los tangaron bien, pobres. ¿Cómo no tuvieron más ojo? ya en las estanterías de los paleovideoclubs de barrio sólo había una fila de pelis para Vídeo 2000, frente a las 30 para VHS y 25 para Beta. ¿No les daba esto un poco que pensar?

Pero a ver, si algún lector de Gachas (o la familia de algún lector de Gachas) formó parte alguna vez de ese colectivo, Gachas lo va a querer y respetar igual, faltaría más. El haber sido usuaria del sistema Beta la convierte en un ser tolerante y abierto como pocos. Ella y su fámili también pringaron, aunque menos que los videodosmilistas (jue, jue).

miércoles, enero 04, 2006

Guardianes bizarros de la psiqué española

Este post es heredero directo de Mondo Brutto . Gachas lo asume. Gachas es deudora de ese fanzine, aunque ahora ya no lo lea porque se le cansa la vista con esa letra tan chica, y porque ya está mayor y no conoce a los grupos pop a los que despellejan.

A lo que vamos: Gachas siempre ha estado interesada en las cosas del cerebrín, en los distintos caracteres de los seres humanos, en sus maneras idiosincrásicas de dar por culo al prójimo etc. De ahí que Gachas escuchara mucho la voz de los psiquiatras y psicólogos internacionales y, en menor medida, la de los del Estado español. Gachas puede citar a cuatro profesionales de la salud mental patrios en los que se ha mostrado interesada en algún momento de su vida, no tanto por su profesionalidad sino por su, en fin, bizarría. A saber:

- Elena Ochoa
- Juan Antonio Vallejo-Nágera
- Dr. López-Ibor
- Enrique Rojas

Sería muy ambicioso explayarse en las trayectorias de todos ellos en un mísero post cuya misión no es sino proporcionar un poco de solaz a su autora (y, por ende, a sus lectores), así es que Gachas sólo hablará un poquillo de López Ibor, o, más concretamente, del Libro de la Vida Sexual del susodicho dottore, que estaba en las estanterías de los hogares del franquismo (en el de Gachas, al menos). Gachas, aparte de leer de pequeña los Mitos griegos contados a los niños y mucho tebeismo, de vez en cuando le daba un tiento al libro adulto ese. Lo único que recuerda de lo aprendido en él es la existencia de perversiones sexuales (jarrl!) y el ejemplo que López-Ib daba de ellas: el de un pavo que, en vez de mojar el churro como está mandao, la pasaba chévere introduciendo fresas en el chumi de sus churris.

Como comprenderán, cada vez que Gachas come fresas aún en la actualidad, ¡zas!, imagen de perversión al canto. La mente de Gachas fue ensuciada en la infancia y no hay quitamanchas que limpie aquello. Así funcionan nuestros cerebritos, my friends.

martes, enero 03, 2006

Gachas llama a su propia puerta

¿Hola?, ¿queda algún lector de Gachas vivo? Gachas se lo ha buscado, a ver cómo recupera ahora a los 70 incautos diarios que entraban en su blog antes del 5 de noviembre del pasado año.
(Gachas se da cuenta de que ha perdido hasta el tradicional tono Gachas con el que escribía esto. Pastando lo dejó).

Bueno, a trancas y barrancas remontaremos y recuperaremos el tono y los lectores perdidos de Katharina Blum. Para rebirthear el blog, Gachas ha elegido el tema menos actual de la tierra, pero a Gachas le interesa y quiere hablar de ello aquí y compartirlo con els quatre gats que le quedan como lectores.

A lo que vamos: Gachas, por primera vez en su vida, empleó correctamente el otro día la preposición inglesa within. Gachas sólo controlaba hasta el momento las típicas que ustedes controlan también: on, at, in, about, under y, como mucho, between y among, pero el otro día, hablando con un guiri deslizó sin ningún esfuerzo el buen within ("within an hour": en el plazo comprendido en una hora/de aquí a una hora). Gachas piensa hacer lo propio con los ¿adverbios? beyond y beneath cuando tenga ocasión. Y, una vez dominados, lo intentará con el complejísimo palabro hereinafter.

Les animo a todos ustedes (ya no hay confianza para el tuteo, lástima) a enviar sus comentarios sobre palabras o expresiones resién aprendidas a utilizar. A Gachas aún le quedan varias en su lengua castellana sin estrenar, tipo por mor de y a tenor de, que, en sus 34 años de vida planetaria en Ejpaña, no ha osado pronunciar todavía.