sábado, enero 10, 2009

Impunidad fotográfica

Gachas está, dentro de sus modestas posiblidades, muy fotera últimamente. Con esto de la nieve de Madrid, además, se ha dado cuenta de que había en su ciudad un clima como de fotismo generalizado que permitía, sin pudor o discreción algunos, hacerle retratos a la peña sin que apelaran al derecho de privacidad de imagen o similar, por el buen rollo que genera entre los ciudadanos (sin coche) la caída de copitos de nieve.

Gachas, que es muy cobardona para hacer fotos de gente in fraganti, no ha sentido esos temores estos dos últimos días y hala, venga de tirar fotos laser de esas con su cámara digital que, total, son gratis y no gastan carrete.

Sin ir más lejos, estos mormoncitos lavapieseros adoctrinando a las paisanas del barrio.







O esta mina con su chaquetoncito de visón en Orient Square, mismamente.






O esta simpática familia juguetona en un parque frente a la Almudena:











Pero la nieve se está derritiendo y con ella la valentía fotográfica de Gachas.
A mais grande do mundo




Nada, que Gachas está vaguza y en pleno proceso de sacar a pasear a la niña que todavía habita en ella a que tire bolas de nieve y haga muñecos y eso, de ahí que cuelgue este sencillo post que en realidad no es sino un pie de foto: al loro con el enorme tamaño del cítrico cordobés (foto tomada en plazuela cordobesa, juraría que Santa Marina: corregidme si no es así, súbditos de Rosa Aguilar). Pero hagan click en la foto, que gana mucho ampliada.

lunes, enero 05, 2009

Caldo Aneto everyday keeps the doctor away

Amiguitos, es ya un hecho demostrable: la que fue hasta hace unos días la mujer más longeva de este planetucho en el que vivimos, la portuguesa María de Jesús (léase "María do Shesúish" o similar), que tenía sus buenos 115 años cuando murió, TOMABA CALDO ANETO.

Gachas, mirando por casualidad información sobre la anciana en Yahoo news, ha puesto sus dotes de semióloga de la imagen al servicio del mundo y ha descubierto las pruebas: vean aquí abajo a la superabuela lusa María de Jesús encima de su cama recién hecha, con cabecero como de casa de Tomelloso o de Macieira de Loureiro, leyendo a gusto y sin asomo de presbicia un periódico en castellano en cuya contraportada figura la publicidad de Caldo Aneto para paella (¿acaso no ven la entrañable tipografía Comic Sans propia de la marca?)

Siendo María de Jesús portuguesa como es, y teniendo en cuenta que los ancianos muy ancianos no andan viajando ni al país vecino, me parece claro que ese periódico indica a todas luces su afición por el glorioso Aneto en todas sus variantes: alguien se lo trajo from Spain (tanto el periódico como el caldo) y quedó aficionada hasta el día de su muerte.
(Ojo a los listos de turno: ni se les ocurra mencionar de pasada que quizá fuera precisamente el caldo la causa de su deceso porque no lo aceptaré).