miércoles, junio 23, 2004

Ganas de entonar poderoso cántico a los cielos

joder, es que me va bien, es que tengo buenos amigos que me invitan a pasar el fin de semana en su kelly de campo, amables compañeros de residencia (no, esto no lo escribe una anciana a la que se le mueve la dentadura) y un cuerpo aún digno que puede moverse con facilidad, con muslos apenas varizados, con algo muy semejante a una cintura, pies elegantes no curtidos por la labranza, finos tobillos, ojos que aún sirven para leer buena literatura posmoderna.

DEBO INMEDIATAMENTE RETRIBUIR A LA SOCIEDAD POR TODO LO QUE ME ESTÁ DANDO. Abridme las puertas de vuestras casas, que voy y os desengraso los extractores y las campanas de la cocina; que voy y os monto la estantería LACK, el botellero TÖRGEN y el armario ropero TLÖN. Venga, a no perder tiempo, dadme llaves Allen, alicates, instrucciones, que me pongo y en un momentito lo tenéis todo montado. Esos sofás-cama que queréis tirar porque se les sale el muelle, yo los bajo al portal, en serio, que no me cuesta nada: es tal la fuerza que generan mi bienestar y mi eros (no recuerdo ya a su antagonista Tánatos) que será como llevar una mochililla semivacía en la espalda .



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