sábado, septiembre 13, 2008

Cachas at Tiffany´s (II)

Gachas, con una fuerza de voluntad impropia de la generación vaguza a la que pertenece, sigue yendo a Pilates con alegría. El otro día incluso fue a una clase extra en la que en vez de monitora, había monitor.
La diferencia básica entre monitoras y monitores de Pilates está en que ellas dicen culete y ombliguín y ellos trasero y ombligo. La alusión al culo es frecuente en las clases de Pilates. Es más, es prácticamente imposible no mencionarlo durante la hora que dura la lección, así es que, desde el principio, Gachas se mantuvo atenta a su profesor que calzaba zapatos como de Julio Iglesias (entre zapatilla de piel y zapato así blandito de cordones para llevar sin calcetines en Puerto Banús), a ver en qué momento se veía obligado a soltar uno u otro sinónimos de culo. A veces, para esquivar esta terrrible palabra malsonantísima, los monitores y gentes del mundo del ejercicio dicen "glúteos", pero todos sabemos que esa es una manera escaqueante de referirse a lo que es el culo en sí. El monitor vespertino dijo con tranquilidad "trasero" cuando tuvo que hacerlo, y todos tan contentos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué zapatos más feos los de la foto, Miss Gachas, dan grima de lo anti sexy. Las medias de monja color té aguado, ¿también son obligatorias para hacer pilates? Se nos va a quedar usted a vestir santos con semejantes modelos.

Ms T.

Gachas dijo...

Ms. T, no tema por mí: son de una foto que conseguí en la red. Precisamente son British, modelo "Jazz shoe".
Yo voy, ahora que aún estoy fondona, con ropa más ancha. Después, cuando me quede más sílfide, llevaré cosas muy pretas. Nunca como mi monitora, que lleva camiseta ajustada de Hello Kitty con 40 y pico. Yo de eso (Pucca, muñequitos etc) ya me estoy quitando paulatinamente...