domingo, enero 07, 2007

Ya está aquí otra vez Gachas

La iluminación navideña y el panettonismo han mantenido a Gachas alejada del suo blog durante demasiado tiempo. Con ilusión espera, una vez más, que le quede algún lectorcillo que llevarse a la boca.

La semana próxima todo recomienza: Gachas volverá a sus clases de italiano y de arqueología itinerante con sus professoresas vagas redomadas (irritatingly-laid-back-teachers); volverá a reencontrarse con la desgana característica de l@s profesionales italianos, con sus tradicionales caras de aquí iba a estar yo si me tocara la lotería (qué fea generalización por parte de Gachas, ni que viniera ella de un país escandinavo donde todo funcionase a la perfección).

Gachas está siendo mazo injusta en concreto con su professoresa de italiano, que en la última sesión prenavideña, quizá por la alegría que tenía ante las vacaciones ―de nuevo Gachas malmetiendo―, se marcó un binguito (en Italia se llama “Tómbola”) allí mismo en la clase.
La mujer se trajo el bingo que le habían echado los Reyes en tiempos de Sandro Pertini, con un dibujo del oso Yogui en la caja pero con incoherentes cartones de un Pato Donald medio mal dibujado dentro (Hannah Barbera y fake Disney en un mismo producto ¡!), y unas lentejitas para marcar en el cartón los números que iban saliendo. La gran novedad respecto al bingo español es que con que rellenes 2 números de una misma línea, ya puedes cantar “ambo”; si son tres “terna”; si cuatro “cuaterna” y si cinco (es decir, línea), “cinquina”, con lo cual se ganan pequeños premios permanentemente, aunque en detrimento de la emoción ante el anhelado canto de línea.

También la professoresa se explayó ese día y nos contó algunas anécdotas sobre Italia y sus cositas, que parece que los otros días había que sacárselas con calzador (¿es correcto decir “sacárselas con calzador”? la verdad, no visualizo la imagen. Quizá sea más bien “sacárselas con forceps” o “con tenazas”). Bueno, a lo que voy: que nos contó cosillas tipo que durante la etapa del Duce no se podían usar términos extranjeros en público, y en el fútbol, en vez de gritarse “gooool”, que es del inglés “goal”, se instaba (por la fuerza) a las personas a decir “rete” (red) que fue el término italiano creado para la ocasión. Estas y otras curiosidades llenaron de alegría y, por qué no decirlo, también de esperanza ante un futuro mejor, a Gachas, tan acostumbrada como estaba a la pasividad zen anodina della sua fistra profesora, que no te devuelve corregido un ejercicio ni a tiros. Más noticias sobre esta última a partir del jueves. Más noticias sobre otras cosas, probablemente antes.

11 comentarios:

mila dijo...

¡Rete! ¿Cuál sería el modismo en Apaña si se hubiera prohibido "gol"? No se me ocurre nada a la altura.
Creo que se suele decir "con sacacorchos", pero me suscribo ahora mismo a "con forceps": es mucho más enfática.
Benvenutta de nuevo!

Anónimo dijo...

Tal y con tenemos la mente los ejpañoles de pro, yo diría que el término a emplear en el caso de que, por ejemplo, Paco, ese hombre, hubiese querido acabar con modismos anglosajones sería: "la metioelcabrón" o similar. Pero, oye, lo mismo no. Yo que sé.

Hans dijo...

En España ya sabéis: balompié por jurgo y jeriñac por cognac. Mit zwei. Por idénticos y 'patrióticos' motivos. Siejke no pué sé...

Anónimo dijo...

Después de lo del "jeriñac", no me atrevo a pensar qué hubieran podido parir las preclaras mentes españolizantes del régimen para mentar al gol.

Qué bueno que volvió, doña Gachas.

Anónimo dijo...

Creo recordar que también trataron de ejjjpañolizar el whisky escribiendo guïsqui, que se lee como algo que nadie en su sano juicio bebería. Los medios franquistas se referían a los obreros o trabajadores como "oeprarios", para evitar esas palabras tan cargadas de marxismo, izquierdismo y confabulación judeo-masónica. Término que el periódico local de mi infancia, "El Correo Español - el Pueblo Vasco" (ahora se llama sólo "El Correo", siguió utilizando hasta después de la transición. Lo que puede el Opus, a los ejjjpañoles no nos ha tenido que contar Dan Brown.

Ms T.

Anónimo dijo...

Quise decir "operarios". Hay palabras que dan demasiada grima.

Ms T.

Hans dijo...

Mrs. T, el término, en rigor, en los más acerbos momentos de la tecnocracia franquista, no era operarios; era algo mucho peor: era 'productores'.
De hecho, 'operarios' es el nombre con que en la 'Célula Revolucionaria Básica' (algún día hablaré de esto en mi bló) nos referíamos, precisamente, a los miembros numerarios o supernumerarios del Opus Dei, por motivos obvios.

Anónimo dijo...

Gracias por la info, hans. Como ya he apuntado antes, los periódicos vascos se hallabna, hasta hace muy poco, en manos del Opus, que dice mogollón.

Y en cuanto al panettone, Miss Gachas: es tan seco y aburrido como el que comemos aquí de importación, o está más bueno en el país que le vio nacer? Porque siempre me ha pasrecido que aquí en la Inglaterra, les gusta porque no sabe a nada en absoluto, sabor que los británicos encuentran muy recomfortante.

Ms T.

Gachas dijo...

Ms. T, sobre su pregunta del Panettone respondo con mi corta experiencia: está el que tiene pasas y fruta confitada, que es el más completito. Después está el que tiene pasas y PRESUME de no tener fruta confitada ("senza confitti" o algo así), y ya por último está el pandoro, que es como el brazo de gomaespuma del sofá, color amarillo sin nada dentro. Soso y aburrido como el que más, pero mojado en leche o en nesquik (no hay cola-cao en Roma), parece que gana un poco.

Poniente dijo...

Mi humilde aportación versa sobre el calzador, que no de meter y sacar, que en eso hay pocos expertos en el mundo; puesto que no he oído nunca lo de "sacar con calzador". En todo caso os metería a vosotros con calzador la anécdotas... He dicho. ;-P

Anónimo dijo...

Y no hay panettone cubierto de chocolás????
Pq aquí los venden...Debe de ser la copiada "ehpañola"...
Me alegro de q vd. vuelva a estar en activo!!! Buen año 2007!!!

B.