lunes, noviembre 20, 2006

Gachas lo vio

Ayer por la noche nocturna romana, Gachas tuvo que coger un taxi porque iba cargada de maletón etc. (¡increible!: Gachas, dueña y señora de su blog, y aquí la tienen justificándose por pillar un pelas, como si fuese la prima volta). Bueno, centrémonos: que Gachas cogió un taxi romano y se dio cuenta de que no conoce aún los códigos relativos al taxi que aquí se trabajan: ella, venga a buscar lucecillas verdes sobre coches, y ni una a la vista. Finalmente, vio uno sin luz verde pero vacío y se subió. En su pobretón italiano intentó dialogar con el taxista y preguntarle cuál era la señal visual que Gachas debía buscar cuando precisara un taxi libre. Él sito le dijo que cuando el indicativo "TAXI" (o "tásis", en dialecto de Madrid) estuviese encendido, ahí se puede alzar el brazo y pillarlo. Gachas le explicó que en su ciudad natal rige el código "luz verde" y que ella perseguía en vano lucecillas verdes también en Roma. El tipo (aquí viene la anécdota) le dijo con sorna "luce verde, luce verde" (pero pronunciado "Luche" en italiano) y, atención, hizo ASÍ con la mano. El así al que se refiere Gachas es el gesto ese típico que se usa para imitar a los italianos mientras se dice alguna frase piloto como "ma, che cosa" o "cosa fai?" o similar. Sí, el gesto del pulgar opuesto a los otros dedos que, juntos, es como si sujetaran un sandwich mixto inexistente y lo movieran. ¿Pillan qué gesto es? Seguro que todos ustedes, miembros o no de países Schengen, lo han practicado alguna vez para imitar a un italiano, no lo nieguen.

Gachas no daba crédito a lo que veía; finalmente era REAL: los estereotipos se crean porque EXISTEN los ademanes previos para crearlos. Una epifanía similar sólo la había vivido tras probar unas fresas dulcísimas en su vida adulta (lo cual indica que, normalmente, Gachas come fresón del que es muy rojo pero más bien insípido). Fue probarlas y pensar inmediatamente en el Frigo-dedo, en cómo la naturaleza había obrado sobre esas fresas y había conseguido que supieran tan intensamente a Frigo-dedo. Al final, la obra mejora el modelo, ¿o no están de acuerdo? (si no lo están, digan "ma, cosa dice", moviendo los dedos como si sujetasen un sandwich mixto invisible entre ellos).

8 comentarios:

Anónimo dijo...

De verdad el Frigodedo sabe a fresas dulcísimas recién cogidas del fresar, (o fresal, o lo que sea)? Nunca he sido capaz de probarlo porque me huele a jarabe para la tos. Creo que ya lo he dicho cienes y cienes de veces, pero me encantan las experiencias gastronómicas de doña Gachas.

Anónimo dijo...

El Frigo Dedo deja la lengua manchada, igual que las fresas dulcísimas. Lo malo del polo en cuestión es que si sorbes muy fuerte, por ejemplo la punta del dedo, te llevas todo el sabor de las fresas dulcísimas y se acabó el invento. Por otro lado las fresas dulcísimas ya no existen o escasean, con lo cual siempre es mejor un instante de placer en tu boca, aunque sea un poco helado, que una insipidez en tu mano (y sigo hablando de fresas).

INTHESITY dijo...

Fresas de esas maravillosas no mayores que una uña, en julio en la selva de Irati o hayedos y pinares adyacentes. Busquen donde se haya talado el arbol, es donde más hay y disfruten de algo único, porque estas cosas, como el cangrejo no americano, tienden a extinguirse y el frigodedo para los momentos de consolación.
Para los ignorantes ¿cuala es la obra que tanto se elogia en los coments de otros post?

Anónimo dijo...

"es como si sujetaran un sandwich mixto inexistente y lo movieran". Qué grande es usted, señá Gachas.

Mi padre cuenta varias historias sobre taxistas romanos, desde el que conduce el taxi mientras habla por DOS teléfonos móviles a la vez, hasta el que lleva a su hermano en el asiento del copiloto para hablar de fútbol y mujeres.

Y en cuanto a los taxistas pekineses, no se cortan un pelo; hasta me han llegado a preguntar el sueldo de mis padres en yuanes y en euros.

Gachas dijo...

Inthesity, Gachas se va a hacer un poco la interesante, pero es que en este blog no se vale desvelar su identidad y tal. Pero claro, los que no conocen a la Gachas-Ms. Hyde dirán, ¿pero de qué coño van estos? y con razón.

Anónimo dijo...

¿Secretitos en el blog? Yo lo desvelaré: Gachas es el seudónimo de doña Emilia Pardo Bazán. La obra de la que tanto se habla es "Los pazos de Ulloa".
Queda dicho.

Gamo P. dijo...

todo aquel que se haya puesto a juntar letras a cualquier nivel se ha chocado alguna vez con el dilema: se puede describir un gesto?

la amiga gatxas vuelve a demostrar que sí.

Anónimo dijo...

jajajajaja
A mí me aterroriza coger taxis en el extrajero porque no conozco esos códigos! Hay que dar propina o no? Cuánto me van a cobrar? Cómo conseguir que no me engañen? Dónde están y cómo son??!!!