Sigo hímnica
Necesidad de ser una mezcla entre Heidi y derviche, por lo de dar vueltas de alegría y que la falda de vuelo haga forma como de campana, y marearme gratamente de tanta vuelta y oler para volver en mí la jara, el romero y la lavanda del caminillo de la Residencia (qué asco juanramoniano doy, puajjj).
Bueno, basta. Estoy un poco enferma de bienestar, creo.
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3 comentarios:
¡Ay ay ay ay! ¡Qué miedo nos da la felicidad! No es cosa de pensar en su final sino en vivirla trago a trago, sin ahogarse con ella
delicata, amore amora, voltea, voltea llamando a pedrooooooooooooooooooooooooooooooo!
yo te sostengo las bolsas antimareo.
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