Anímense, posmodernos
con esta bonita anécdota kitsch que tengo para ustedes: va mi madre y se encuentra en un portal de un barrio bien de Madrid a Fabiola de Bélgica. Va mi madre y la saluda y le pregunta que si ha venido a la boda de los príncipes de Asturias y tal (esto tuvo lugar por mayo-era-por-mayo-cuando hacía más fresquete). Fabiola dice que sí, pero que también a otro evento, y a estar con su hermana unos días en su pisito de Madrid.
Se le licuaban los ojos a mi katholische mamme al contarme esto, en serio. Por lo visto de la pura sencillez y consideración que desprendía la monarca, que le dijo a su chofer: váyase pronto a casa, Santiago (o Ismael, o Jacinto), que su familia le estará esperando.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Fastuosa anécdota, vive dios.
Te informo que un buen amigo, Jota, se ha montado su blog. Se llama menosprecio (él atiende por vencido) y la ha estrenado hoy. Merece un vistazo. He aquí la dirección:
www.menospreciodecorte.blogspot.com
Alégrome por la buena crítica de Jordi Costa
Sucediome en Berlín, recien llegados, paseabamos por la isla de los museos.
De repente dos furgonetas,Volkswagen Transporter, con los cristales tintados, dignas de Expediente X con dos pegatinas de nuestra madre patria. paran derrapando a nuestro lado.
De dentro salen a toda velocidad una tropelía de aparentemente periodistas, me fijo en el teleobjetivo de la cámara de uno de ellos, y oh! visión: ¡Hola!.
Les seguimos a toda leche, mascando la noticia, y sin saber como nos colamos tra ellos en el Museo Pérgamo, dónde sea dicho de paso tienen el resto de todo lo que no han robado españoles e ingleses a lo largo de su cachonda historia.
Dos minutos de tensión y: entran diez tíos de negro y en medio El PRINCIPE, ahí estaba, todo altote y eso, fue como entrar en una discoteca y encontrarse a Michael Jackson, te cagas...
Vé a tres pasmarotes, mirándole con una sonrisa de oreja a oreja, y se nos acerca: .-"¿De dónde sois?" De Madrid!!!. Después del saludo real, toda la pasma que iba con él nos rodeo, sin dejarnos hacerle una puñetera foto, pero el fotógrafo del HOLA! Noss dijo, haceros una foto con él...Nos hicimos la foto, con él y el embajador español.
Ese mismo día empezó al guerra en Irak, el príncipe se volvió a España, tras inaugurar el Instituto Cervantes en Berlín, y los putos americanos nos jodieron salir en el Hola! Que por cierto estuve vomprando durante tres semanas para ver si salíamos con el ´rincipe de los cojones. ¡¡¡Viva la Republica!!!
¡Qué buena anécdota! yo también soy compradora compulsiva de publicaciones en las que se me dice que igual salgo.
:-)
Publicar un comentario