lunes, enero 31, 2005

Gachas hace pucheros

Decepcionada ante la escasísima acogida de su propuesta del post anterior (generar chistes chiquitistaníes highbrow), Gachas se plantea si merece la pena seguir al pie del cañón bloguero.

¡Tantos y tan buenos (o pésimos) chistes esperaba recibir y tan poquísimos se han producido!

Sob, sob.

viernes, enero 28, 2005

Chiquito highbrow

Chiquito es la vanguardia. Chiquito durará mucho en el habla de España, mucho más que "cuñaaao" o "estar en el candelabro". Lo veo en el DRAE a Chiquito ya mismo (Diodenarl: variante popular de duodenal, y así con cientos de vocablos).
A lo que iba: todos estamos familiarizados con el chiste chiquitistaní estilo "eres más feo/vago que...", "tienes más peligro que....", y con los personajes basuriles a los que se refiere: el Fary, Tamara, Jesús Gil etc. ACABEMOS con eso ya. Adaptemos el buen chiste chiquitistaní a nuestra realidad altocultural. Les invito a idear algunos. Yo, mientras, ofrezco muestras. Pero son malillos, aviso, que se me han ocurrido así rápido:

- Tienes más cuernos que la piba del matrimonio Arnolfini
- Eres menos manitas que la Venus de Milo
- Tienes más peligro que García Montero en una emisora de radio-taxi
- Das más miedo que T.S. Eliot en abril.

¿Alguien da más? anímense a chistear. Let´s create a finstro de joke!

jueves, enero 27, 2005

Estocolmín

Mmm, qué bien sienta el siberianismo. Todo se turge y se alisa, y se repara necesariamente en cosas básicas como los pies, siempre protegidos del frío los pies.

Amiga mía viajada me contaba que a amiga suya sueca le prohibían de pequeña lavarse la cara en momentos Findus como éste que vivimos. Parece que el manto ácido protector contra el frío y bla bla se va con los lavados o similar.
(comentario de persona de letras que no acaba de distinguir entre PH, manto ácido, epidermis y otros términos relacionados con la piel).


miércoles, enero 26, 2005

Helsinkete

Hace una rasca digna de un país de los de arriba del todo. Al entrar en un café a tomarme un idem he sido rubia platino y espigada por un momento: talmente parecía estar en Copenhague o en Malmö. Qué despliegue de prendas de ropa: cubreorejas (no, no son las feas orejeras de peluche a lo que me refiero. Hablo de una especie de banda de forro polar), bufanda, guantes, subabrigo, abrigo....

Me he comprado una pala para quitar la nieve de la entrada, que es donde siempre aparco el trineo (ahí me he pillado a mí misma: ¿los trineos se aparcan en la entrada?, ¿los trineos se aparcan en general?).

jueves, enero 20, 2005

Paleo-oenegera

Desde pequeñita me quedé, aparte de algo resentida de este carácter neurótico que tengo, algo obsesionada por el tema agua: el agua es un bien escaso, usted puede pagarla pero España no puede y cosas así me calaron muy hondo, tan hondo que durante una época pretelefoníamóvil iba yo parándome por la calle en las cabinas que veía para dar parte al Canal de Ysabel II (se escribe con Y, no me pregunten por qué) de las bocas de riego que perdían agua ("Hola, mire, hay una boca de riego en la esquina de la calle Amaniel con tal otra que bla bla"). Fruto de ello fueron varias cartas del susodicho canal (del departamento de RR.PP. del susodicho canal) agradeciéndome lo buena citizen Kane que era.

Y nadie hablaba aún de oenegismo ni de hacer voluntariado ni de nada de eso: me salía a mí espontáneamente a modo de buena acción del día, como a Zipi y Zape.

lunes, enero 17, 2005

Maneras BoBas de empacho

Quedan dos telediarios para que los padres baby-boomers españoles pronuncien la frase Andrea, o te comes el sushi de atún o no hay postre.
Mientras tanto, Gachas les comunica que se ha producido chez elle el primer empacho de sushi de su (corta) vida.
Cómo se produjo: cena con personas en un japo. Se pide, entre otras cosas, bandeja de "sushi especial". NO PIDAIS bandeja de sushi especial: incluye peces desconocidos y bolas de esas color ámbar. Y lo más asqueroso: incluye hígado de animal marino. Nada kosher todo esto. Puaj.
Por suerte salí ilesa, tras sortear los peces feos y acceder sólo a los tradicionales (atún-salmón y uno blanco que tiene un pase). Pero, no contenta con la experiencia crudités de pejcao, dos días después me di el capricho de una bandejilla de sushi-maki para take-away de ese. Ahí vino el ascote: en casa no se comen esas cosas, en la mesapino de IKEA no se come pescado crudazo. Se come pollo, se come tortilla, se come ensalada, se come filete, pero no piezas de atún sin guisar.

Me sentó muy malamente, y lo peor es que la indigestión súshica es fácil de confundir con la temible bacteria anisaki (¿o es anisake, mezcla entre Chinchón y licor japonés?), y ya me veía yo con todo lo digestivo precintado.

Castigada por BoBa, si señor.

martes, enero 11, 2005

Yo les explico el termo

Voy y me compro un termo. Un termo metalizado, de acero inoxidable, capacidad medio litro. Paraqués del termo: para sacarlo a la calle con té japo Sen Cha y beber del vasillo en pleno Paseo del Prado; para no tener que hacerme cada día 3 o 4 lotes de té sino sólo uno y grande y tirar de ese hasta que se gaste. Realidad: 2 veces he usado el termo y, por supuesto, nunca en plena calle (tendría que llevar una maleta de ruedas a diario para que me cupiese dentro). Problema del termo: una de sus piezas. El termo consiste en la sección alojadora del líquido, en el tapón-vasito y en un complejo y chulo mecanismo que dispensa el líquido. Es en ese mecanismo en el que hay un gran fallo: la goma. La goma troquelada en fábrica que facilita el cierre hermético y demás. La goma esa, digo, huele a plástico industrial, a goma-gomorra, y eso le proporciona al té albergado en el termo un sabor a muñeca de Famosa que tira patrás.

Así están las cosas. Si alguien tiene una solución respecto a la goma, que me la cuente, please. Será recompensad@ con un rico té verde sabor Barriguitas chino.


viernes, enero 07, 2005

Aclaraciones sobre la gafa de pasta

Sí, qué pasa, Gachas aún es gafapasta. Hay muy pocas posibilidades de no serlo. No hablo de la gafapasta negra, hablo de cualquier otra menos de esa y de las de montura tan compleja que te distrae de la conversación del portador de la gafa. Tengo un amigo (Juan Carlos, lo digo sin pudor) que se pasó al estilo Díaz Miguel: montura grandota y dorada. Yo no soy tan rebelde, voy por la cañada con las demás ovejillas. Pienso cambiar de montura este año: de gafa pasta a gafa pasta con total naturalidad.