sábado, julio 24, 2010


Iglesia anetista del séptimo día

Amigos, ocurrió: Gachas recibió el maná del cielo, ubicado temporalmente en Artés, provincia de Barcelona. Su fidelidad hacia el caldo Aneto provocó que contactasen con ella de la empresa de los bricks a cuadros y le enviasen sus frutos en forma de lo siguiente:

- 20 litros de CADA UNA de las variedades anetistas (para arros negre, para fideuá, para paella valenciana, caldo de zanahoria, caldo de pescado, caldo de pollo bajo en sal -el favorito de Gachas: con un poco de sal añadida está impecable-, el de verduras biológicas...).

- Una vajilla de 6 platos soperos con su mamá sopera para servir los caldos Aneto con la dignidad que se merecen.

- Una muestra del caldo de gamba roja de Aneto en una elegante caja negra metalizada y numerada. Sólo existen hasta el momento sobre el planeta 999 ejemplares en brick de dicho caldo cremoso (menos que la tirada de los libros que le publican a Gachas, ¿no es eso increible?). El tal caldo era caldo 2.0: cremoso y con ese sabor a mar fuertote que te provoca gratos cosquilleos en la garganta, no sé si saben a qué me refiero.

Llegado este momento Gachas siente que va a ser tildada violentamente de esquirola por algunas personas; intuye que van a decirle "Gachas, vendida" por hablar bien de Aneto en la blogosfera y recibir gratificaciones a causa de ello. Ya los veo a todos en sus blogs elogiando el Beluga o el Moët Chandon por si algo cayese, ¿verdad, amiguitos? En mi defensa diré que Gachas es ante todo SINCERA en sus comentarios a Aneto, y que nunca pensó que la empresa artesiana fuese a realizar tal despliegue de generosidad hacia ella. Gachas ha experimentado la verdadera utilidad de mantener un blog (aunque de aquella manera: sepultándolo y resucitándolo cíclicamente, como deberíamos hacer con nuestros allegados) y nada, está contenta y va a zamparse un Aneto de pollo con fideos (los cabellín los pone ella misma) en unas horas.

Por eso, no se sorprendan si ven a Gachas, en lo sucesivo, ataviada de arriba abajo con vestidos camiseros de cuadritos Vichy blanquiamarillos... Gachas se limita a comprender cuál es el Zeitgeist y a ponerlo en práctica.

Aquí el reportaje gráfico de la entrega de bienes:





domingo, abril 18, 2010

Tumac Amaru

Amiguitos de todo el Estado: entiendo que estaréis al corriente de la globalización del pan con tomate, sal y aceite a lo largo de todo el territorio nacional. La gran pregunta que a Gachas le surge siempre al respecto es: ¿procede de Andalucía y subió hacia la meseta y después a Cataluña, o procede de esta zona mediterránea y se fue desplazando radialmente? Parece más claro que la segunda opción es la más certera, por aquello del nombre del producto: pan tumaca. Cataluña siempre regaña a Madrid (Gachas de repente, es Madrid) cuando nos ve escribirlo , lo tacha y pone en su lugar "pa amb tomàquet". Cataluña goza de todo el afecto que Gachas es capaz de generar, pero la ortografía, hagan el favor de no corregírnosla o la tenemos.

Que sepa Cataluña que ya se conjuga entre los empleados madrileños del Pans & Company (empresa cuyo nombre en realidad hace mención al apellido de su fundador, un tal Senyor Company (o Cumpañ, vaya)) el verbo "tumacar" para referirse a la tediosa tarea de untar tomate majao en los bocadillos que luego llevarán lomo, jamón yor o lo que surja.

Aquí un par de muestras gráficas obtenidas en Madrid, para que no se piense que Gachas delira y vive en un mundo de fantasia e irrealidad:


jueves, abril 15, 2010

Hitos del diseño industrial (I)

Vuelve Gachas en su faceta de analista de ozjetos útiles para el día a día producidos con ingenio y dándole a la chola. Como ven, Saneamientos Humilladero sí que sabe fidelizar clientes regalándoles cosas como ésta cuando compran una escobilla de váter o una percha con rejillas para colgar esponjas y geles en la ducha. Les dejo con el tríptico de imágenes que ilustra su uso, siempre con la infratecnología y la pobreza de recursos gachescas que caracterizan a este blog:

sábado, septiembre 19, 2009

Tararí tararí

Gachas se siente como una quinceañerísima que vuelve a abrir el candadito de su diario íntimo para depositar en él sus penas y alegrías hormonadas de la edad, sus "paren el mundo, que me bajo", sus "estoy por Quique/Juanma" etc. Se siente así Gachas porque, tras meses y meses de ausencia gachil debida a razones lamentables (olvido de contraseña y nombre de usuaria), habrá perdido a todos sus comentaristas, tan importantes para este bloguete como la propia Gatxas, y porque esta vez no anunciará su vuelta, que después la cosa se queda en ná y todo se asemeja a un "que viene el lobo" que ya empieza a oler y con razón.

Sirva este público lugar intangible como refugio gachesco, para ella misma y todos los submesetarios espirituales de este planetaco inabarcable. Ea.

lunes, mayo 25, 2009

¡Qué marcas tiene Italia!

Sí, amiguitos, Gachas es normalmente refinada y no gusta de incluir chusquedad en sus posts, pero es que esta marca de prosecco bien merece una colgadita en el blog, ¿o no están de acuerdo?
Gachas no comprende bien qué hace ese gran palabro en una botella italiana. Como en la lengua de Paloma Gómez Borrero todo acaba en vocal, lo lógico sería "Folladore" o, más bien "Follatore"o, mejor aún, "fogliatore", por eso la irrupción del vocablo castellano así, sin más, sobre el nombre del producto, da como perturbación, pero perturbación de la buena.

domingo, mayo 24, 2009

A PAMPLONA HEMOS DE IR


Lo prometido es deuda: mucho anunciar que si fui a una fiesta popular ancestral y luego poco postearla. Pues aquí está: es la Festa dei Ceri de Gubbio, una especie de sanfermines sin toros en los que los mozos y mozas llevan al santo en procesión pero a toda leche, como si les persiguieran las vaquillas.
Es decir, así como la neztarina es mezcla entre ciruela y melocotón, la fiesta de los Ceri es un injerto entre los sanfermines y la Semana Santa ibérica de toda la vida. Pero me río yo de los costaleros gubbienses, que llevan un santico de chichinabo (del tamaño de una Nancy de Famosa, más o menos) y alardean del esfuerzo que les cuesta cargarlo.

La gente de pasaporte ibérico que acude el 15 de mayo a la famosa fiesta no da crédito cromático a lo que allí sucede: como hay 3 santos, cada ciudadano elige cuál le mola y se viste de los colores de su equipo (San Ubaldo, San Giorgio y San Antonio). La casualidad hace que los de San Ubaldo (¿o era San Giorgio? me lío) vayan de rojigualda, mientras que los del otro vayan como de falangistas. Esto da mucho yuyu a Spain porque le trae recuerdos ancestrales de su pasado feo y reciente.

Después están los sanantonistas, que pasean a su santo con camisas negras y pañoletas rojas, lo que les da un aire como anarquista así más exciting. Y, por último, los muchachos y muchachas de la banda de música, que van vestidos integramente de pamplonicas, de blanco inmaculado con pañoleta y boina roja.
Como Gachas acudió a la ancestral fiesta acompañada de personas americanas, al preguntarle esta sobre sus impresiones de la fiesta, uno de ellos, con la cultura pop de su país muy arraigada en sus entrañas, le contó a Gachas que había visto la procesión, que había entrado en la iglesia, y que había disfrutado mucho "de la banda de música que tocaba piezas del movie El padrino". Gachas, por pura pereza, no le hizo ver al buen señor que Ford Coppola no era el creador de las tradiciones italianas ancestrales sino que estas eran quizá pelín anteriores a la filmación de la película. Pero gusta Gachas de comprobar el jaleíto que tiene a veces América relacionado con si va antes el huevo o la gallina, es decir, las pinículas de América o lo que América refleja en ellas.


lunes, mayo 18, 2009

Ah del castillo

Amiguitos, Gachas vuelve y de qué manera: de castellana vieja, con un cono puesto en la cabeza a modo de tocado y una rueca para tejer y tejer entre la hora del rezo y la del refrigerio. Y con sábanas anudadas para tirárselas por el torreón a los caballeros y facilitarles la subida a su ventana, faltaría más. Así vuelve Gachas y les cuenta que hasta principios de junio estará viviendo aquí junto a otras personas de partes del mundo diversas, especialmente de la obameña América.


El castillo es alquilado, al haberse retirado las ayudas para la compra de primera vivienda. El casero es un conde que fisionómicamente podría muy bien estar emparentado con Luis Escobar, el difunto actor a la sazón Marqués de las Marismas del Guadalquivir (inciso: quien es Conde de una marisma, ¿disfruta de un terreno pantanoso en la misma para construirse su casoplón? ¿y no se le enfangan los cimientos? prefiero entonces ser duquesa de un secarral, más práctico a la hora inmobiliaria). El susodicho conde lleva jersey de cuellopico (Gachas lo ha visto) y fuma tabaco de liar, pero no en la oficina del castillo, que la empleada no le deja si lo hace ("é vietato fumare qui dentro, signor Conte"). Así tratan los siervos de la gleba contemporáneos a sus condes, con ese poco respeto y ese prohibicionismo.

El castillo, como pueden ver en la foto, es modelo Exín Castillos, almenado y noblote. Tiene, como todo castillo del XV, sus bombillas de bajo consumo en las farolas y, además de las zonas más nobles, unas cuantas algo más humildes que invitan al recogimiento y a la meditación, rollo celda de Fray Luis o similar.